Por Norberto Larroca.
Presidente del Congreso Internacional CAES.
La crisis del Estado, las ideologías y los partidos políticos, promueven un individualismo precarizado, que como dice Zygmunt Bauman "cuesta tener compañero de camino en que confiarse".
La República se debilita por la anomia y el constante roce de hermano con hermano, lesionando el tejido social. Es una buena oportunidad para objetivar la profundidad de la crisis general de nuestro país.
Se ha perdido el valor de la palabra y la desconfianza lidera nuestra inseguridad. Se habla poco y se pierde la posibilidad del acuerdo. Declamar no es hablar. Es imponer y siempre es violento.
Debemos revalorar las cosas más sencillas. La simpleza de la verdad que garantiza el diagnóstico certero para poder curar "la peste negra argentina" y proteger a todos los ciudadanos con acento fundamental en las nuevas generaciones.
Se está terminando el noviazgo del estado de sitio sanitario. Ahora viene la vida real, mostrándonos la fractura expuesta de la destrucción ruinosa de nuestra economía, con la consecuencia psicosocial generalizada de una ciudadanía sin rumbo con expectativas negativas.
Somos un Sector Privado de inversión extendida de alta productividad y de mano de obra intensiva calificada, que brinda Servicios esenciales e insustituibles en todo el país, que debemos cuidar como un valor del activo de la Nación y seguir con la sana costumbre de defender las Instituciones que son la base de la Democracia.
¿Cómo preservar la estructura social que se puede licuar por la falta de valores y no contener a la Sociedad? Como siempre lo expresé: con conciencia. No dejar para mañana lo que se debe hacer hoy.
La conciencia es una luz en la oscuridad de la vida, puede alumbrar nuestras zonas dormidas. Su despertar movilizará la dignidad latente, reconstruyendo las expectativas positivas para enfrentar la incertidumbre, apuntalando a nuestro País y preservando nuestros Servicios de Salud, que tanto nos constó construir.
Julio de 2020.
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